Querida:
Para encontrarte tuve que buscarte entre el sol y las nubes,
pues el universo era tan grande y tan ancho. No quería vivir en esa oscuridad de estar sin tí, mi amor. No me
importó lo que iba a tardar, me apechugué, y al final supe que llegaría hasta tí,
recorriendo todo lo que fuera necesario, para poder llegar junto a ti.
No hice caso al frío en absoluto, porque sabía que tú ibas a
darme tu calor, que me abrazarías tan fuerte sin soltarme, que llegaría a
olvidarme de mi dolor. Por eso siempre te dije que eras un sol, que eras mi
sol. No sé cuánto tardé, pero sé que al final llegué a ti.
Cuando estaba solo y no tenía a nadie, le preguntaba a la
luna cómo hacer para llegar a ti, y ella pareció decirme: "sé cariñoso con
ella". Le pregunté al mar si estabas durmiendo en aquellos horas de la
noce, y la brisa pareció decirme que estabas despierta pensando en mí.
Sé que atravesé mares, montañas, valles, desiertos, ríos, e
incluso volé entre las nubes, y al final
te encontré a ti. Te quería tanto, que creo que el universo conspiró conmigo
para conseguirte.
Pero ahora que ya estoy contigo, estoy completamente
satisfecho de que todo valiera la pena. Ahora puedo disfrutar de tus abrazos,
de tus besos, de que me colmes de amor....Amándome una mujer como tú, hora es
cuando más me siento hombre. Por eso te doy las gracias, y te beso con todo
cariño y pasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario