Querida:
Si Dios me regalara una vida
contigo, creo que sabría qué hacer para que te quedaras conmigo y vieras que yo
sí te quiero. Te demostraría con hechos todo el cariño que siento por ti, te
diría al oído que te necesito, y que quiero compartir mi vida contigo. Te diría
que soy un vago de estar en compañía de la gente, excepto de estar contigo. Te
tocaría tu cuerpo tal como lo he soñado en toda esa larga eternidad de noches
que he estado sin ti, te comería a besos como tanto lo he deseado. Te expresaría
con miradas todo el cariño que siento por ti cada vez que te viera, te acariciaría
tu piel, te entregaría todos los jugos de mi pasión que por ti se forman. O tal
vez, mi amor, sólo habrían algunos momentos especiales en los que tan sólo te
abrazaría todos los días, y dejaría que mis ojos hablaran por mi para decirte
con la mirada que siempre te quiero y te adoro.