Dame un fuerte abrazo, amor, como me los dabas
cuando estábamos en la playa frente a ese mar embravecido que no nos
desanimaba. Fúndete conmigo, aférrate a mi, transmíteme tu calor, tu cariño.
Envuélveme en tus brazos, haz que los sienta
con intensidad, y apriétame muy fuerte,
como si fueras una fiera salvaje. Y no me sueltes nunca, al menos en ese
momento no, abrázame fuerte, no te separes de mi, haz que sienta cómo me
transmites todo tu cariño.
No me sueltes, cariño, sigue abrazándome. Me
sientan muy bien, y todos los días necesito unas cuantas raciones de tus
abrazos. A mi también me gusta mucho abrazarte, y ser abrazado por ti.
Sigue abrazándome, cariño, así, así, así,…con
fuerza, los dos muy abrazados. No dejes de seguir dándome todos los días esos
abrazos tuyos tan enamorados que hacen que me sienta muy querido por ti. Me
gusta sentirte pegada a mi cuerpo, es como si mi alma se fundiera con la tuya. Te
quiero.
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