¿Te acuerdas de la primera vez que nos vimos, de nuestro
primer flechazo?. Fue amor a primera vista: era en una parada de libros, en el
día de Sant Jordi. Te vi ojeando unos libros, y cuando te vi, sentí una gran
emoción, que me dije que tú eras el amor de mi vida.
No sabría decirte si en aquel momento aquello fue amor, pero
pensé que debía de tenerte, que si no te lo decía, sabía que iba a perderte. Por todas partes me instaban a que comprara
una rosa, y por primera vez sentí que tenía a alguien a quien comprársela y regalársela. Ese día estaba para esas
cosas: para regalar rosas o comprar libros.
Te la compré, y en aquel momento, que ni me dí cuenta de que
estaba chiflado perdido, me acerqué a ti y te dije: es para ti, no te quiero perder,
me muero por conocerte, pero no sé cómo. Y te dije como me llamaba para
presentarme a ti. No sé si para ti aquello supuso un apuro, pero lo que vino
después, es que ya ni me acuerdo, de lo blanco que se quedó mi mente.
No sé cómo fue, cariño,
pero hoy, después de 20 años, todavía te sigo abrazado con el mismo gusto y la
misma emoción que sentí el primer día. Es más: cada día te quiero más, porque
eres una mujer maravillosa, buena, abnegada, entregada y preciosa que ha sabido
hacerme feliz, y por eso cada día te admiro y te quiero más.
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