viernes, 17 de mayo de 2013

DECLARACIÓN DE AMOR Nº42




¿POR QUÉ TE QUIERO, ME PREGUNTABAS EL OTRO DÍA?

Pues por tu dulzura, por tus detalles, porque me quieres tanto, porque siempre me acompañas, porque siempre estás conmigo, porque me llamas, porque me escribes,…. Porque me enseñaste a amar cuando todavía era un pedazo de borrico antes de conocerte a ti; porque me llenas de alegría, porque siempre me paseas contigo tomándome de la mano, o del brazo que se es más cómodo. Siendo la vida tan dura, si alguna vez vi realizado aquello del “reposo del guerrero”, indudablemente siempre ha sido contigo.

Te quiero por tus palabras siempre dulces y cariñosas, por tu gran inteligencia, por tu gran cultura, porque eres muy laboriosa, porque no te falta valor, porque siempre sabes perdonar mis tonterías, porque conmigo tu paciencia es infinita sin que te la reclame, y porque siempre tienes esa cautivadora y siempre bella sonrisa para conmigo, que son los mejores ánimos y alegrías que puedes darme.

Por serme fiel compañera, por tu gran entrega, porque nunca te cansas de amarme, sino que cada día me muestras más amor. Te quiero por la oportunidad que me distes de ser mi chica, habiendo otros hombres mejores que yo, y demostrando que confiabas en mí sin demasiadas dudas ni dificultades; por todo lo que hemos compartido y de lo cual no me arrepiento de nada, por tu empeño en tenerme siempre contento y feliz.

Por aquellas veces que cuando estaba enfermo me animabas, me contabas historias tuyas, me traías un delicioso zumo de naranja, me traías una macedonia de fresas y piña para proporcionarme esos líquidos y vitaminas que mi cuerpo necesitaba deshidratado por la fiebre.

Por tu incansable ternura, por todo ese amor que siempre me prodigas, por esos abrazos tuyos tan cálidos y sensuales en mis noches de descanso. Por el regalo de esos besos tuyos tan llenos de cariño, tanto por la mañana, por el mediodía y por la tarde, donde quiera que nos encontremos.

Te quiero por eso, y por muchas otras cosas que aquí ya no me caben. Te quiero especialmente porque eres una mujer mejorable en el sentido que todos los días tratas de superarte a ti misma, porque sabes todos los secretos con los que hacer feliz a un hombre, y conmigo los llevas a la práctica.

Por eso te quiero tanto, y no pienso cambiarte jamás por ninguna otra mujer. Y aunque sé que mis palabras no habrán sido suficiente, ¿no dijo una vez un poeta que con un beso sabrás todo lo que he callado?. Por ti van de mi parte millones de besos, solos para ti.

¡TE QUIERO!