Querida:
Me gusta tu cambio de actitud, me has estado halagando, ya veo que quieres de nuevo regresar conmigo, y me has estado conquistando. Ahora eres atenta, entregada y amable, todo me lo festejas, no tienes ni una exigencia, y ya ni siquiera te quejas. Me pregunto: ¿qué mosca te habrá picado como para que ahora quieres quedar bien conmigo para con todo?. ¿Acaso por fín, ahora te has dado cuenta de para ti en el mundo no existe mejor macho que yo?
Pero lo que tú no sabes es que ya nada de eso es necesario. Yo también te echaba tremendamente de menos, y ya me estaba muriendo en suspiros para que regresaras otra vez a mi lado. Te fuiste muy enojada y me dejaste llorando. Y ahora ya lo has pensado mejor y regresas a mí, muy calmada, alegre y amable.
Pero yo ya te he dado la bienvenida, y quiero que sepas que mis brazos te han estado esperando toda una eternidad. Ahora olvida todas esas tonterías, que lo que me piden mis labios es fundirse con los tuyos, y mi cuerpo te está deseando tan inmensamente, que necesito irme contigo a la cama para derretirme y fundirme en los ardores de toda esa pasión que siento por ti. Te quiero, cariño; siempre te he querido,….¡más de lo que puedas imaginarte!.
